La Tierra y su campo magnético
Una inversión magnética, geomagnética o de polaridad es un cambio en la orientación del campo magnético terrestre tal que las posiciones del polo norte y sur magnético se intercambian. Estos eventos, los cuales duran de cientos a miles de años a menudo implican un descenso prolongado de la fuerza del campo magnético seguida por una recuperación rápida después de que la nueva orientación se ha establecido.
La opinión científica se encuentra dividida al tratar de explicar qué causa las inversiones del campo magnético terrestre. Muchos científicos creen que la inversión es un aspecto inherente de la hipótesis de la dínamo, de cómo se genera el campo geomagnético. En simulaciones por ordenador, se observa que las líneas del campo magnético pueden algunas veces entrelazarse e incluso desorganizarse por los movimientos caóticos del metal líquido del núcleo externo.
En algunas simulaciones, esto conduce a una inestabilidad en la cual el campo magnético se invierte espontáneamente a la orientación contraria. Este argumento viene respaldado por las observaciones del campo magnético solar, el cual experimenta inversiones espontáneas cada 7-15 años . Sin embargo, en el caso del Sol, se observa que la intensidad magnética solar se incrementa demasiado durante una inversión, mientras que en el caso de la Tierra, las inversiones parecen ocurrir durante una disminución en la fuerza del campo magnético.
Los métodos de cálculo actuales han utilizado grandes simplificaciones para producir los modelos que corren en aceptables escalas de tiempo para programas de investigación.
En la actualidad, el campo magnético en general ha venido a ser más débil, en una tasa que de continuar, ocasione que el campo se desplome temporalmente hacia el año 3000 o 4000. La anomalía del Atlántico Sur se cree que es producto de ello. El fuerte deterioro corresponde a un descenso en de un 10 a un 15 % sobre los últimos 150 años, y se ha acelerado en los últimos años; sin embargo la intensidad geomagnética ha disminuido casi de manera continua en un máximo de 35 % por encima del valor más reciente logrado. La tasa de disminución y la fuerza actual está dentro de lo normal de variación, como lo demuestran los registros de los campos magnéticos en el pasado, detectados en las rocas.
Nadie sabe, si el decaimiento del campo continuará en el futuro. Dado que ninguna inversión magnética ha sido observada por el hombre moderno y el mecanismo de la generación de éste no está del todo comprendido, es difícil decir cuales son las características del campo magnético que conducirán a dicha inversión. Algunos autores especulan que una gran disminución del campo magnético, durante un período de inversión, expondrá a la superficie de la Tierra a un sustancial y potencial incremento de radiación cósmica. Pero el Homo erectus y sus ancestros ciertamente han sobrevivido a inversiones previas. No hay evidencia de que una inversión del campo magnético haya causado cualquier extinción biológica. Una posible explicación es que el viento solar puede inducir un campo magnético suficiente -en la ionosfera de la Tierra - para protegerla de las partículas altamente energéticas, aún en ausencia del campo magnético normal del planeta.
Glatzmaier y su colaborador Paul Roberts (de la UCLA) han construido un modelo numérico de los procesos dinámicos, líquidos y electrodinámicos del interior de la Tierra y lo procesaron en una supercomputadora Cray. Los resultados reprodujeron las características clave del campo magnético, simulando un tiempo de 40 000 años. El campo generado por el cálculo del ordenador se invirtió por sí mismo.
Hecho por: David Piñar Morales
Hecho por: David Piñar Morales
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